martes, 29 de enero de 2008
LO QUE DIJO JORGE PALMIERI
* Ingrata naturaleza humana
El sábado por la noche no quise desvelarme y levantarme de madrugada para poder escribir mi artículo de cada día y, por ende, ayer no publiqué nada nuevo porque me entristeció ver la pequeñez de la naturaleza humana que se puso de manifiesto en dos casos: el primero es la evidente enagenación mental por el exceso de megalomanía y perversidad a la que tiene que haber llegado un ser humano para ser capaz de quitarse la vida para llamar la atención y causar daño aún después de muerto al dejar escritos varios artículos con graves acusaciones contra otras personas, en vista de que solamente muerto podría lograr que fuesen publicadas contra ciertas personas porque estando con vida no las podría publicar porque ningún medio le daba espacio, como es el triste caso del desaparecido poeta Hugo Arce.
Esa era su desafortunada naturaleza humana, según lo demostró a lo largo de los años en los que todavía le publicaban sus artículos calumniosos y difamantes en algún medio escrito pero al poco tiempo de soportarlo ya no le daban espacio, y lo expulsaron hasta de una publicación cibernética -Opinión.com.gt- según me dijo el presidente del Consejo Editorial, periodista Fernando Pintos y, además, él mismo lo reconoció en uno de los artículos que dejó, porque publicó un artículo extremadamente grosero, calumnioso, cobarde y difamante contra la esposa del actual Presidente de la República, señora Sandra Torres Casanova de Colom.
Y para colmo, me han informado que anoche salieron en el noticiario de canal 7 de televisión dos de las tres entristecidas hijas del susodicho suicida, acompañadas de la abogada Karen Fischer Pivaral, para declarar que no creen que él se haya quitado la vida, sino que fue asesinado. Afirman que el arma de fuego que estaba a su lado no era de su propiedad y que no es verdad que él estaba pasando por un período de fuerte depresión porque tenía varios proyectos.
Sin embargo, todos los hechos conocidos indican que fue un suicidio largamente preparado. ¿Qué fue a hacer al hotel Ramada Conquistador a las 5 de la madrugada? ¿Quién le fue a dejar? ¿Por qué fue a dormir a ese hotel y no lo hizo en su casa al lado de su esposa? Hay fotos captadas por las cámaras de seguridad que prueban que entró solo a la habitación y nadie llegó a visitarlo. La puerta del cuarto estaba cerrada por dentro y se encontraba en el octavo piso. Si entró alguien a matarlo, ¿cómo pudo salir después el victimario y dejar la puerta cerrada por dentro? ¿Y cómo pudo bajar del octavo piso si no salió por la puerta? ¿Volando?
Además, en uno de los artículos que dejó está claro que tenía la intención de suicidarse, aunque por otra parte haya tratado de decir que iba a ser víctima de un crímen y se adelantaba a anunciarlo. Pero en la forma como está escrito es evidente que su intención era suicidarse. Y si todo esto fuese poco, se los había anunciado a por lo menos dos de sus amigos más cercanos (Zarco y Méndez), al extremo que el segundo, quien fue el último que habló con él, dijo que él le dijo que no creía que fuese a ser capaz de matarse porque era suficientemente hombre para poder sobrellevar la depresión.
Aunque también hay quienes tienen la opinión que quizás no trató de matarse sino solamente de herirse, porque quienes se suicidan con arma de fuego se disparan en la boca o en la sien, y no en el pecho donde la bala puede chocar contra una costilla sin llegar a tocar el corazón. Pero como era tan vanidoso, quizás no quiso desfigurarse el rostro que él creía que era muy agraciado. Y si la esposa fue a dejarle a las 5 de la mañana, ¿qué regresó a hacer cuatro horas más tarde cuando dijo que iba a dejarle una medicina? ¿No sería planeado todo, en esa forma, para que todavía le encontraran con vida, sólo con una herida no mortal en el pecho, y le llevaran a un hospital a tiempo para salvarle y poder dar después declaraciones sobre las razones por las que se disparó un balazo en el corazón, como tituló uno de los artículos que dejó para que después los enviaran por correo electrónico?
No cabe duda de que las hijas del occiso tienen derecho a exigir al Ministerio Público (MP) que haga una exhaustiva investigación sobre lo que en verdad ocurrió antes de decir que fue un suicidio y se debe establecer lo que causó la muerte de su padre; y, que a pesar de ser una persona tan conflictiva, la mencionada abogada también tiene derecho a representarlas legalmente en el ejercicio su profesión, por lo que el MP debe cumplir con su función hasta satisfacer al máximo todas las exigencias, cuando ya no pueda quedar ni la menor duda de qué fue lo que causó esa muerte. Y es de esperarse que el MP lo harga sin pérdida de tiempo. Sobre todo si acaso hay de por medio un seguro de vida que, obviamente, no será pagado en caso de suicidio.
PATETICO DON PALMIERI, AL IGUAL QUE TODAS SUS PALABRAS SIN SENTIDO
YO ACUSO A MIS VICTIMARIOS
Este correo me llego a mi buzón hace un par de dias, lo dejo textual para que puedan leerlo detenidamente, saquen sus propias conclusiones...
LOS ARCHIVOS LOS IRÉ PONIENDO DE UNO EN UNO CORRECTAMENTE NUMERADOS Y AQUI LOS DEJO CON EL NUMERO 1
UNICAMENTE SE MODIFICO EL TIPO DE LETRA PARA QUE PUDIERA SER LEIDO CORRECTAMENTE YA QUE SE ENCONTRABA EN FORMADO PDF
¡YO ACUSO!
Hugo Arce
En este momento, en que usted está leyendo esta nota, yo ya no existo más, no estoy vivo. Y no estoy vivo, precisamente porque la condición para que esta nota pudiera ser publicada, y usted la esté leyendo, es que yo ya haya muerto.
Muerto, debido a cualquier situación; ya sea en un “accidente”, por “muerte natural”, porque “me suicidé” o por cualquier razón, que sobrarán, por la cual se declare, con juez y toda la parafernalia que ameritaría mi muerte, que yo dejé de existir en este mundo.
¿Se supo acaso lo que realmente sucedió con “el suicidio” del que fuera diputado Héctor Klee Orellana? A quien en abril de 1999 lo declararon muerto por su propia mano cuando que, como a muchos nos consta, Klee Orellana tenía planes, tenía mucho porqué vivir y luchar...,
pero fue declarado muerto por suicidio.
Acaso ese sea el motivo que declararán o ya declararon ante mi muerte. Usted, ahora mismo, lo debe saber, puesto que la noticia de mi fallecimiento tuvo que ser recogida por algunos medios de comunicación; principalmente las emisoras de radio… ¿Acaso Prensa Libre se dignó publicar alguna nota sobre mi deceso? Y si lo hicieron, no hay de otra que pensar que el remordimiento de conciencia debe haber sido muy grande, entre los magnates de ese medio, como para ponerme de noticia o de nota roja.
¿No fueron ellos, los de Prensa Libre, los que movieron cielos y tierra para que mi pensamiento ya no siguiera siendo publicado ni siquiera en la revista electrónica La Opinión por la Internet?, revista que, por otra parte, quitó todo vestigio de mi paso por ella y ya no se pueden leer mis pensamientos, mis ideas, mis propuestas ni mis críticas desde www.opinion.com.gt como usted o cualquiera lo puede comprobar.
Fueron tan viles conmigo y con la población, pero tan serviles con quienes habían ganado las elecciones, que eliminaron de un tajo todo lo que estaba escrito con mi firma y responsabilidad de sus archivos. Y no quisieron publicar la columna titulada “El abuso de Prensa Libre” desde la que decía algunas cosas incómodas para ellos y que ustedes podrán leer hoy junto con esta nota de ¡YO ACUSO! puesto que se les adjuntará, al igual que algunas otras contribuciones que hice a mi patria; con lo que cualquiera podrá deducir, fácilmente, a los autores intelectuales y materiales de mi deceso.
No puedo más que acusar y gritar públicamente que fui acallado por medio de un crimen. Mi vida fue cegada por unos esbirros que llevaban una orden clara de eliminarme y terminó, porque mi corazón no pude regar más el flujo sanguíneo por mi cuerpo, por mi cerebro… por mi todo.
¡Fui vilmente vejado y asesinado! pero mis palabras ¡jamás! podrán callar, porque yo soy el capitán Tormenta, con un huracán entre las venas, una espada de cristal y un viento que no se puede atrapar…
¡Yo acuso de mi muerte a los y a las intolerantes! También, por supuesto que así los señalo, a todos aquellos comparsas que se rasgaban las vestiduras cada vez que mi pensamiento salía publicado.
Todos ustedes son los responsables de mi extinción y son cómplices de los que directamente ordenaron, planificaron y ejecutaron mi muerte.
Sandra Julieta Torres Casanova de Colom, a la que se conoció como “Marta” en las filas de la guerrilla en ORPA cuando cobraba el oprobioso impuesto de guerra por medio de secuestros, extorsiones, robos y asaltos; Álvaro Colom Caballeros, dependiente narco alcohólico, juguete en las manos de sus dueños y ahora al mando del país para protegerlos de los robos y estafas ¿Son ustedes los directamente responsables de mi muerte para vengarse de mi pluma, de mi
pensamiento y de mi libertad para expresarme sobre ustedes?
¿Tuvieron miedo que sacara a relucir, acaso, su plan de negocios, de robos y, por supuesto, de continuidad en el poder por medio de haber designado a Isaías (el doctor Rafael Augusto Baldizón Núñez compañero sentimental de Sandra Torres durante el conflicto armado) a quien hoy la primera dama ha confiado el montaje de toda una red político-electoral a su favor?
La población de mi terruño, la opinión pública nacional e internacional, tienen la última palabra y son el mejor jurado que pueda tener y disponer mi caso; pues son los que van a decir y comentar la verdad sobre quiénes ordenaron, planificaron, ejecutaron y se solazaron con mi desaparición de este mundo.
Mi sangre ya está regando la tierra morena de mi patria y, con ella, fertilizando los sueños, anhelos y deseos de mis hermanos y hermanas; es el sendero que indicará, rojo como tenía mi corazón, la ruta que Guatemala debe seguir para alcanzar su lugar.
Mi sangre y mi dedo índice, porque mis ojos y mi pensamiento me los cerraron con mi muerte, los señalan y los acusan; pero también abonará a mi Guatemala un poco de sal, porque me convirtieron en una raíz desde la cual brotarán las nuevas generaciones de pensadores libres e independientes a quienes tampoco con su muerte los acallarán…
No voy a poder estar presente físicamente en el proceso penal que inició en mi contra Sandra Torres Casanova de Colom. Los jueces entenderán que no se puede juzgar ni procesar, y mucho menos condenar, a un muerto ¡como tampoco a un inocente!
Total que tendrán que cesar las averiguaciones, las investigaciones y todo el procedimiento penal que la primera dama y el presidente de Guatemala, con todo el poder a su disposición, tenían en
mi contra… Par de sanguijuelas: ¡soy inocente! porque no se pudo comprobar la culpabilidad que ustedes promovían en mi contra.
Hugo Arce el poeta, el soñador y que quizá seré recordado por mis polémicas ideas, ya no seré más tropiezo para Sandra ni para Colom en sus desmanes y abusos. ¡Adelante, hártense y embúchense del dinero que por seis años buscaron llegar a manejar! El poder absoluto es sólo
de ustedes y de sus amigotes.
Quizá en el momento de mi muerte vi a mis victimarios y supe su procedencia y quien me los enviaba. Quizá me dijeron de parte de quien venían. Quizá me obligaron a oír una serie de insultos y recriminaciones de sus patrones.
Quizá me dejaron en claro que quienes los mandaban a matarme podrían disfrutar a sus anchas el poder, el dinero y la impunidad sin mi molesta presencia. Quizá el precio de mi vida pagó la factura que mandaron a cobrarme.
Quizá me hicieron un favor…
sábado, 26 de enero de 2008
MAS INFORMACION DE EL PERIODICO
“Un disparo en el corazón”, el último artículo de Arce
El periodista Hugo Arce se habría suicidado en una de las habitaciones de un hotel de la zona 4, a donde llegó a las 5:00 horas para sostener una reunión.
Por: Luis Ángel Sas
Haydé Reyes se preocupó desde el principio. Primero, porque su esposo, el periodista y escritor Hugo Arce, dejó las pastillas que tomaba diariamente porque padecía problemas del corazón.Segundo, porque su curiosidad la hizo leer una carta que escribió y que titulaba: “Me voy a pegar un tiro en el corazón” (después se enteraría por un amigo que se trataba de un artículo que él pensaba publicar).
Ella decidió llamarlo a su teléfono celular, pero no tuvo respuesta. Su instinto le decía que algo andaba mal. Salió a toda prisa de su casa, ubicada en la zona 5, a eso de las 9:00 horas, hacia el hotel Conquistador Ramada, donde lo dejó a las 5:00 a.m.
Ella le mostró su preocupación a la recepcionista del hotel. Le llamó al teléfono de la habitación pero no obtuvo respuesta. Entonces, decidieron subir al apartamento y tocar la puerta, tampoco hubo respuesta. Las autoridades del hotel trataron de abrir con la llave maestra, pero un pasador de metal impidió hacerlo. Después de forzar la chapa, encontraron su cadáver.
El fiscal de Delitos Contra la Vida, Álvaro Matus, afirmó que las primeras evidencias señalan que Arce se quitó la vida. “Según las pruebas recabadas, parece ser que se trata de un suicidio, aunque se deben realizar algunas pruebas para confirmarlo”, explicó.
En la Policía Nacional Civil se manejaba la misma información. Un detective que asistió a la escena del crimen dijo: “Por la posición del cuerpo, por la carta que dejó donde anticipa los hechos, ya que en un buen número de suicidios las personas advierten lo que van hacer, y por el seguro que tenía la puerta, se trata de un suicidio”. Agregó que por la estructura del edifico es difícil que alguien logre descender del octavo nivel por las ventanas.
Su último artículo,
su última acción
Cuando Reyes observó el cadáver de su esposo, recordó lo que había leído. Arce yacía en la cama de la habitación, con los pies cruzados uno sobre otro, con los brazos extendidos. A su lado derecho estaba un revólver calibre 38, como a 40 centímetros del tronco del cuerpo y a 20 centímetros de su mano. En su pecho, cerca del corazón, tenía una herida de bala cubierta por una toalla.
Reyes explicó a los investigadores que Arce sostendría en ese lugar una reunión con algunos diputados, a quienes no identificó.
Sobre su último artículo, Marcial Méndez, amigo de Arce, afirmó que él le comentó una noche anterior que lo pensaba publicar en internet. “Hablamos hasta como a eso de las ocho y media de la noche. Me dijo que su artículo trataba sobre la crítica a algunos funcionarios”, dijo.
Según Méndez, el escrito señalaba que se iba a pegar un tiro en el corazón porque el sistema no valía la pena y lo habían dejado solo en la lucha contra este. “Le dije: Á vos no te amilana una mierda, Me repitió: ‘Me lo voy a pegar’, pero le insistí: ‘No te amilana nada’, dobló la hoja y me sacó otro artículo”, señaló.
El jefe de seguridad del hotel, Eduardo Portillo, explicó a los detectives que Arce solicitó la habitación y dijo que se iría al siguiente día.
El vocero de la Presidencia, Fernando Barillas, indicó que pedirían a las autoridades el rápido esclarecimiento del hecho para evitar señalamientos, y lamentó el deceso del columnista.
Gonzalo Marroquín, presidente de la representación de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)en el país, advirtió que esa entidad demandará que se concluya con el análisis de las evidencias, para determinar si se trató de un suicidio. “En la SIP no habíamos recibido ninguna denuncia de amenazas de parte de Arce”, subrayó.
Columnista en distintos medios
Hugo Alfredo Arce se inició como columnista en el “Diario El Gráfico”. Trabajó en varios medios de comunicación entre ellos “Siglo Veintiuno” y “El Imparcial”, además participó en las revistas “Tinamit” y “La Crónica”. En el noticiero televisivo “Aquí el Mundo”, participó también como columnista. En 1999 sufrió un atentado, cuando lanzaron contra su vehículo una bomba incendiaria.
Fue un duro crítico de Álvaro Colom y de su esposa, Sandra Torres de Colom, desde 2003.
El ahora Presidente de la República pidió al diario “La Hora” que retiraran al columnista. Este denunció ante la Oficina del Procurador de los Derechos Humanos a Colom y Torres por violar su libertad de expresión.
En una entrevista con “elPeriódico” en 2003, Arce dijo que no era como Jesucristo: “Cuando me dan una cachetada, doy dos”, subrayó en referencia a los señalamientos que le hizo Colom, de que este era pagado por la Gran Alianza Nacional para difamarlo.
En 2007 fue despedido del diario “La Hora” después de un enfrentamiento verbal con la diputada del Partido Patriota, Roxana Baldetti.
¿PODRÍA SER ESTA LA BIOGRAFÍA DE UN SUICIDA?
Lo siento pero yo no me chupo el dedo, aún no puedo someterme a aceptar la teoría de que Hugo Arce simplemente decidió suicidarse dejando su legado, sus ideales, su fuerza, su lucha, su verdad.
DIARIO LA HORA
Miércoles, 23 de Enero de 2008
MUERE HUGO ARCE, POR UN BALAZO EN EL CORAZÓN
Hugo Arce, famoso escritor y columnista de opinión de Guatemala, murió hoy, en medio de un aura de misterio. Su fallecimiento fue provocada por una bala en el corazón, mientras se encontraba en una habitación de un hotel capitalino de la zona 4 de la ciudad capital.
Autoridades del Ministerio Público y representantes del hotel han mantenido total hermetismo, y no han dejado que los periodistas ingresen al lugar y tampoco han ofrecido una versión oficial.
Sin embargo, se especulaba, previo a la llegada del Ministerio Público, de que se trataba de un suicidio, y se había indicado que existía una carta de despedida, además de que la habitación no había sido violada ni se había ubicado ningún sospechoso.
Pese a ello, no existe una versión oficial aún y no se rechaza la idea de que fuera un asesinato. Inicialmente, fuentes policíacas manifiestan que Arce se había inscrito como huésped del hotel, debido a posibles problemas familiares.
EN EL PERIODICO
JUEVES 24 DE ENERO
Por prensa libre.com
14:33 | 23/01/2008
El escritor y columnista Hugo Arce fue encontrado muerto hoy en una habitación del octavo piso del hotel Conquistador Ramada, ubicado en la zona 4.
El vocero policial, Faustino Sánchez, confirmó a Emisoras Unidas que el cuerpo tenía una herida en el pecho. El Ministerio Público ha tratado con hermetismo el asunto y la gerencia del hotel incluso ha cerrado sus puertas.
Según Sánchez, detrás de la muerte de Arce podría haber cierto problema familiar. Citó que al parecer se alejó de su casa y decidió hospedarse en ese hotel. A las 5.10 horas se registró en la habitación 815, agregó.
Richard Shaw, director de la revista Y Qué, en la cual escribía Arce, comentó que desconocían si él sufría algún tipo de intimidación o amenaza.
Agregó que en este mes sólo tuvieron contacto por medio de correo electrónico y había guardado “perfil bajo” luego de que Sandra Torres, esposa del presidente de la República, lo había demandado por calumnia e injuria, a mediados de diciembre de 2007.